martes, 14 de septiembre de 2010

Trascendental

Hace tanto tiempo… depende de cómo se mida. El tiempo se siente, no se cuenta.
Para Maryene, mi madre:
Eres mío. Eres mío y lo sabes. Eres mío y lo niegas. Pero no te equivoques, allí estoy yo, vigilante. No has tenido la necesidad de mirar hacia atrás porque cada vez que te caes te sostengo, evitando tu descenso. Mirando tu manera de actuar, mirando tu vida como si hubiera colocado una cámara sobre tu hombro.
Observo cuando te arrepientes y quieres volver. Tú también lo haces. Me miras con tus diminutos ojos y, sin hablar, me preguntas si vale la pena. Siempre te respondo, aunque ambos sepamos la respuesta. Debo seguirte para que no te vayas. Te sigo porque quiero sentirte respirar, y no me permites caminar a tu lado, aunque digas lo contrario.
Igual eres mío. Siempre lo serás. No son palabras ególatras, eres mío porque no puedo borrarte de mis psiquis, no puedo dejar de soñarte. Eres mío porque yo quiero, porque en mis sueños me lo recitas… y yo vivo de ellos. Eres mito. Eres el mito del amor imposible. Eres la personificación de mi remordimiento, eres el recuerdo de lo que perdimos, eres el destino cobrándome mis deudas. Eres mío, porque todo esto que te digo, lo cree yo, no tú. Eres mío.

4 comentarios:

  1. Esto parece una entrada persona, pero yo no sé si de verdad es personal. Me gusta, me gustaría poder tener esa certeza de que "es mío". Hay muchas cosas que quiero tener, pero no son mías. Depressing shit.

    ResponderBorrar
  2. Oye, pero qué caracter... "Eres mío" He dicho... xD. Al menos dentro de tí, o dentro de la chica de la historia, siempre lo será.

    ResponderBorrar
  3. No puedo dejar de sentirme tan relacionada con esta entrada!! Todos en algún momento llegamos a decir "ERES MIO"

    ResponderBorrar
  4. Hija, la poesia fluye en este relato. El ultimo parrafo me sono a musica. Dedicame este escrito porque asi me siento con respecto a Papo. Te amo.

    ResponderBorrar