miércoles, 20 de octubre de 2010

venticuatrodeagostodedosmildiez

Esto tiene fecha de 24/08/10 y creo que no hacen falta más explicaciones. Lo acabó de encontrar en la memoria de mi computadora... y me gustó.

Nunca pensé que llegaría a esconderme para escribir. Amo escribir en un teclado. Mi depresión, poco a poco, está mejorando. Estoy sanando tranquilita, sin apuros, porque no tengo nada más que hacer. Abandoné (momentáneamente) el internet, el celular y el amor. He visto Volver como 6 veces, adoro a Penélope Cruz y esta película. También Glee.

Escondida también, me metí en mi blog: 150 visitas. Eso es como… 3 vistas más desde que me fui. Mi último cuento, Catarsis, no tuvo éxito (y no es que los otros sí, pero yo me entiendo) Le escribí algo bonito a Paya. Hace unas horas me dijo que mis cuentos “no le parecieron la gran vaina”. Coño.

Que bien me siento escribiendo

Estoy viendo (televisor prendido en mute) una película mala y vieja, donde aparece Kate Hudson. Pensé que me iba a gustar, pero es basura. La música me gusta. Es de un chamito de 15 años – ¡AY! ¡Me picó un bachaco!- Perdí la noción de la vaina.

Cada vez que me pasa algo que me revela lo cliché que soy, escucho la voz de Andrea diciendo: “predecible, predecible” en un tono que no es el de ella, pero es bastante molesto. No, no quiero hablar/escribir sobre mi depresión. Mañana voy al internista. Debo ser anémica, tener baja las plaquetas o algo, porque que esta debilidad es una ladilla. Por cierto, he estado (a excepción de los días fatales) comiendo mucho mejor. Urra por esta mami rica.

Volví a echarle un vistazo a uno de mis libros de autoayuda favoritos, uno que mi mama me regalo hace dos años (Sé que odian los libros de autoayuda y no me importa).

Odio no tener ñ en este teclado.

No me acordaba lo de pinga y poco pretencioso que es ese libro. La sencillez funciona, a veces no… Me acordé de Marelisa Gibson. Ella… no, no es simple, ni humilde. No sé porque la gente se sorprendió cuando no clasifico entre las 15 finalistas, la caraja no es tan bonita (e iba sobradísima) y, hablando claro, tenemos 2 coronas consecutivas… Pero, ¿Quién soy yo para criticarla? Hoy la bomba se la comió viva (Guilty pleassure)

Antes dije que era cliché, porque volví a leerme un libro que me encanta: Unisex. Carlos Flores. De la, PUTA COLECCIÓN QUE NO CONSIGO NI EN LA CHINA, de Leonardo Padrón: Llámalo amor, si quieres. Yo soy Carlitos, el gordito inconforme con baja autoestima, pero interesante, con bastante labia y creatividad, su amiga Adriana que se define como “la puta-bisexual-periquera”, su (ni tan) tonta novia Mónica y la leona. Jamás soy sus amigos Pipo y el otro de nombre extraño, ni las chamitas del CSI, ni la loca del blog que le dijo gordo, ni el amigo maricocloset, ni la puta triste, ni la de ratónmoral que sale al principio ni, mucho menos, la lindura de Kerly.

Yo pensaba que era única (como todos los demás, jaja) pero soy más cliché que corrupto en gobierno. Soy tan ese libro en algunos aspectos que no sé si me gusta identificarme con él o me desespera hacerlo. Escribir todo esto es medio spoiler (Andreatalking) pero…

También le metí (le meto) a la filosofía. A mi (nuestro) amado Savater. Las preguntas de la vida, o las respuestas más obvias del mundo pero que nadie obtiene porque no se detiene a pensar. Este tipo me gusta y adoro cuando se refiere a mí (o a ti) como “querido lector”. También me encanta la practicidad con la que escribió los textos para Amador. Es un cerebrito bañado en miel. Eso es.

Una vaina rara de estos (interminables) días de crisis, es que la Coca Cola me sabe simple y el Nestea me sabe a gloria. Esto me duele porque extraño como la Coca Cola me hacía sentir. Ni siquiera el Nestea, tan delicioso, acido y frio, me hace sentir como la Coca Cola lo hacía. El Nestea siempre fue mi resuelve, pero nunca mi legal. Jamás. Amo tanto a la Coca Cola, que recuerdo una vez que vi una camisa, arrechísima, de una publicidad cincuentera de Pepsicola y no me la compré porque lo sentí como traición. Era bien bonita y escotada y no me arrepiento.

Hoy payita y yo fuimos al psiquiátrico. Triste. El seguro social, como casi toda vaina aquí, está en terribles condiciones. No hay medicamentos suficientes, ni aire acondicionado y todos los pasillos huelen a orine, y que yo sepa, el único lugar que debe oler a orine es un estadio. Así que, Chávez, corruptos y otros implicados: ¡Respeten!

Mierda, llevo que si dos horas escribiendo (con dolor de cabeza, ya voy a parar mamá) y todavía la película sigue… Ni el Paciente Ingles. Acabo de prender mi celular, y (JAJAJA) no tengo ni un mensaje ¿Así de nula? #Buldae’gafa. Ese sería el hashtag que utilizaría en Twitter. Lo extraño. Por ejemplo, lo utilizaría para contar como mi torpeza y descuido habitual me hicieron guardar, hace unos días, un chocolate derretido y… bueno fue así:

Abro la nevera…

¡Woho! Chocolate rico rico rico. Veré Betty la fea comiendo chocolatito con el dedo.

Camino, camino, camino… Me acuesto, me arropo…. Suspiro… Abro el frasco y huele horrible. Leo en la tapa “TODO AJO”. Me llevo la tapa a la nariz y aspiro… vuelvo a aspirar… Suelto la tapa. Tomo el pote, introduzco mi dedo índice y lo chupo con miedo…

¡Coño de la madre, esto sabe a puro ajo!

Tuve que botar el Chocolate entero (Y el perol también, ¡PA QUE SEA SERIO!) Conclusión: Quise tuitear lo que me paso y no pude.

Le estoy mandando un mensaje a Andreita. Cierto, se le cayó el BB a la poceta y esta incomunicada. Hoy escuché el nuevo CD de Caramelos de Cianuro y, de panita y todo, no me gustó. Prefiero recordar la voz de Asier gritando ninfomaníaca y explicando que pasa cuando cuenta una a una las estrellas. No las oiré más, no innovo en lo absoluto. Sanitarios, el ultimo Polvo, las Estrellas, Ninfomaníaca: Eso si es pasión. Para compensar, escuché todo el dia a Miguel Bose. Lo amo.

Qué alivio poder escribir de nuevo. He tenido ideas para cuentos… pero los postergare. Capaz empiece un diario virtual. Capaz lo publique. Capaz publique esto. A dormir.

MARIELISA

1 comentario:

  1. Me gustó, así como está. Algo que sale de las entrañas de la mente, porque no sé si del cerebro, aunque, evidentemente, tampoco sé si la mente tiene entrañas. Pero es un conjunto de pensamientos sin sentido, así como sucede en la vida real. Muy real. Eres muy auténtica, más auténtica que un perro cagando, en el buen sentido de la oración (de verdad, no lo digo de mala fe). Es como un escupitajo de verdad, porque nadie piensa ordenado, como siguiendo al conejo blanco, no sé, uno piensa en muchas cosas y a veces se superponen. Si escribimos todo lo que pensamos durante dos horas, obtendremos algo parecido. Claro, nunca igual. Pero parecido.
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